Campos problémicos en los que se dará la discusión
Múltiples experiencias pedagógicas de diferentes vertientes y ámbitos: populares, urbanos y comunitarios, han demostrado históricamente una actitud de resistencia y agenciamiento frente a las políticas privatizadoras y las posturas reduccionistas del quehacer educativo; evidenciando una capacidad política y pedagógica para ver las problemáticas desprendidas por el fenómeno pandémico que se traduce en una crisis con características esencialmente económicas y sociales. En el caso de las poblaciones jóvenes, el impacto ha sido sistemático, profundo y desproporcionado debido a que, el sistema funciona con bases adultocéntricas, patriarcales y neoliberales que, incluso, ponen en tensión crítica los avances más recientes por la vía democrática de América Latina y el Caribe. La condición de frontera devela explícitas contradicciones socioculturales en donde dichas experiencias cuestionan, revelan y alertan sobre los poderes hegemónicos e impulsan y construyen alternativas reales de cambio.
Preguntas orientadoras al interior de la mesa
* ¿Cuáles son los retos de la educación popular en el marco de transición progresista de América Latina y el Caribe?
* ¿Cuál ha sido el papel de la educación y la comunicación popular en el avance de la democracia y las transformaciones sociales?
* ¿Cómo se articulan las propuestas de educación y comunicación popular en espacios urbanos de ciudades fronterizas?
* ¿Cuáles son los procesos de resistencia que se ejercen desde la educación y comunicación popular contra los poderes hegemónicos en los contextos socioculturales de la frontera?
* ¿Qué saberes-aprendizajes abonan las experiencias de educación y comunicación popular de los espacios fronterizos al conjunto de saberes y sentidos comunitarios de América Latina y el Caribe?
Objetivos
Reflexionar en torno a la educación y la comunicación popular en espacios urbano-fronterizos desde la vida colectiva en las dimensiones político, cultural, social y territorial a partir del diálogo, la discusión y el compartir de experiencias con la finalidad de identificar la construcción de procesos político-educativos alternativos de América Latina y El Caribe.
Pertinencia y justificación
Actualmente, la continua crisis social en América Latina se refleja en las tasas de desempleo y los niveles de pobreza extrema llegan al 13.8% y de pobreza en un 32.1% registrados en el año 2021. A diferencia de las cifras del año 2020, del 12,1% de pobreza extrema y el 9,1% en pobreza, se evidencia un aumento debido a la Pandemia por Covid 19 (CEPAL, 2021). De esta manera, la caracterización de una crisis social en paralelo a una transición política en el continente, nos obliga a identificar las estrategias, recursos y herramientas que las comunidades, organizaciones sociales e instituciones estatales gestionan para mitigar la crisis y proteger a las poblaciones empobrecidas en los últimos dos años.
Según la CEPAL la Pandemia por Covid 19 afectó de forma directa el empleo de los distintos grupos poblacionales. Para esta apuesta investigativa, nos interesa identificar los impactos directos en la juventud y sus condiciones materiales en un contexto de postpandemia. Según datos de 2020, la tasa de desempleo de las personas jóvenes era dos veces más alta que la de las personas adultas y llegaba al 23% en promedio; lo que equivale a 7 millones de personas de entre 15 y 24 años. Por otra parte, según datos de 2019, la población joven que no estudia ni realiza actividades remuneradas alcanzó el 21,2%. Las mujeres están sobrerrepresentadas en este indicador, ya que la tasa fue del 29,6% para las mujeres frente al 12,6% para los hombres (CEPAL, 2021.pág 16).
Este contexto general de las condiciones de vulneración social de las juventudes de clase popular, complejiza el análisis que pretendemos desarrollar respecto a las condiciones de sobrevivencia, resiliencia y resistencia de las juventudes en un periodo de transición al progresismo en la mayoría de los países latinoamericanos. Pretendemos conocer las experiencias latinoamericanas y encontrar las bases pedagógicas y comunicativas con las que se han construido las resistencias, reivindicaciones y luchas sociales en el escenario de la educación pública, popular y comunitaria en ciudades fronterizas. Además, reconocemos que el problema del desempleo juvenil atenta contra el sustento básico para la garantía y protección de la vida digna. No obstante, la matriz de opresión y marginación de las juventudes populares no solo proviene de las condiciones laborales; existen además, mecanismos de violencias políticas y culturales que invalidan y limitan la participación política y el pleno ejercicio de poder ciudadano en las democracias de América Latina.
La exclusión política de la juventud popular produjo el efecto catalizador de las diferentes intersecciones con las que se disputa el poder ( clase-trabajo, educación-cultura, raza-género y territorio-identidad). Los estallidos sociales y las diferentes revueltas populares a cargo de las juventudes en su mayoría de clase popular en Chile, Colombia, México y Argentina demuestran que la crisis social no es el único resultado de la pandemia; previo a dicho acontecimiento mundial, existía un descontento sociopolítico en los países con democracias fallidas; de índole liberal y representativo. Estos dilemas democráticos, entre, la perspectiva de una supuesta participación social ampliada y representativa, junto a una economía neoliberal y extractivista; trazaron el inminente callejón sin salida política y cultural; así como la crisis social preexistente. Los conflictos armados, la concentración de las tierras y el poder económico en las elites políticas (empresarios, familias y extranjeros) cohesionados y organizados en partidos políticos, entre otros, formularon una ecuación de suma y multiplicación millonaria que mantuvo su permanencia en el poder y que justifica crímenes de lesa humanidad (casi un muerto por dólar).
Paralelamente a lo anteriormente dicho, en las visiones presentes y futuras de las/los jóvenes se acentúa la ilegitimidad de la política tradicional; el cerco de su participación en los escenarios institucionales y el incremento de la desigualdad social, fueron un caldo de cultivo para el descontento social, la rebelión contra la autoridad pública (Policía) y el levantamiento y toma de las calles de las principales ciudades de América Latina. Dicho problema politico-economico y sus efectos conformaron un sistema multimodal o de múltiples opresiones, entre ellas: el estigma de las acciones políticas de las juventudes desde los medios masivos; la ideología del enemigo interno y su exterminio; el empobrecimiento y exclusión social de las juventudes populares; el despojo de las identidades colectivas de los territorios urbano populares y rurales; el asesinato y exterminio de líderes sociales y de procesos de organización política; y, la vulneración y violación sistemática de los derechos sociales, políticos y culturales.
En consecuencia, el fracaso de la democracia representativa y sus paradigmas económicos y homogéneos para asumir y comprender a las sociedades latinoamericanas, permitieron un escenario de exigencia y encuentro de luchas sociales históricas y recientes en el continente (campesinas, indígenas, afros, feministas, juveniles, obreras, sindicales y medio ambientales). En la actualidad, los gobiernos progresistas han abanderado estas luchas propias de los movimientos sociales, organizaciones, plataformas culturales y juventudes en sus programas de política nacional y regional, es el caso de México, Chile, Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú, Uruguay y el más reciente Colombia con Gustavo Petro y Francia Márquez. A sabiendas de las aspiraciones políticas y posicionamientos de los gobiernos desde una democracia participativa y pluricultural (progresismo), debemos tomar en cuenta las enseñanzas de los países que han transitado mediante organismos institucionales; que advierten de una lentitud burocrática, pedagógica y cultural, y ante todo, de los obstáculos que implican no reevaluar y transformar el modelo de desarrollo económico y social.
Con lo anterior, pretendemos considerar los planteamientos de la educación popular y la participación política en una democracia con mayor capacidad de agrupamiento, inclusión y diferencias en contextos urbano populares de las ciudades fronterizas de México- Estados Unidos y de los países del sur). La capacidad de la educación y la comunicación popular para comprender la realidad social a partir de los sentidos de comunidad, de localización y confrontación ideológica, contribuye al reconocimiento de los procesos de resistencia de la clase popular en las ciudades urbanas con un alto desarrollo industrial y neoliberal, como el caso de Baja California, México. Allí coexisten una serie de dinámicas socioculturales y de procesos de resistencia, victorias y fracasos que podrían ser un eco para los países del sur que se encuentran en pleno tránsito político y que requiere un esfuerzo epistemológico y práctico de los procesos de educación y comunicación popular con las juventudes en América Latina.
Es precisamente el contexto de la frontera la piedra angular de conocimiento con la que pretendemos socializar y dialogar, teniendo en cuenta las diferencias organizativas y de resistencia popular en el campo educativo de sur a norte de toda América Latina. La incapacidad de los estados democráticos representativos para considerar y posicionar una democracia más participativa, radica en la imposibilidad de acción pedagógica y cubrimiento de la educación pública en el continente. Es así como se han valorado los alcances de la educación en términos cuantitativos, es decir, de cobertura y matrícula a la educación básica; sin embargo, estos logros no demuestran un avance real en el acceso de los derechos sociales y políticos de las juventudes. La evasión de la educación pública a las necesidades de las comunidades según sus realidades comunitarias y culturales prolonga una problemática de antaño, relacionada a la incapacidad de ofrecer contenidos político pedagógicos con fundamentos del pensamiento crítico, que recoge el principio de heterogeneidad y diferencia en la políticas públicas de educación. Esta miopía y omisión institucional mantiene un origen profundamente ideológico y productivo para la contención de la organización política y revolucionaria, por un lado; y para custodiar los intereses del capital con la capacitación y preparación de la fuerza de trabajo precarizada, que reproduce la desigualdad social y la brecha social de clases sociales.
Por tal razón, otorgamos a los sentidos de comunidad, de liderazgos comunitarios y organización popular uno de los pilares de la educación y la comunicación popular dónde reside un enorme potencial político, económico y sociocultural. La resistencia y siembra de luchas sociales involucra un trabajo serio y constante en las ciudades fronterizas, debido a la necesidad de comprender las razones y motivaciones de transformación, resistencia cultural y defensa de los territorios. Se promueve así, una inclinación hacía las apuestas comunitarias que cuestionan el sentido común, que ofrecen alternativas contrahegemónicas y que se oponen a las estructuras de opresión y dominio que atentan contra la vida, los vínculos comunitarios, las prácticas de resistencia y la soberanía de los pueblos en las fronteras del continente. Así las cosas, queremos profundizar en el trabajo colectivo con juventudes desde la situación de frontera en un contexto de transición política y de rezagos postpandémicos en América Latina.
CEPAL. (2021). Panorama Social en América Latina. Santiago: Naciones Unidas.
UNESCO. (1981). El cambio educativo situación y condiciones . Naciones Unidas : PNUD.