Fechas importantes
Resumen de ponencias hasta:
27 de marzo
Inicio del evento 17 de Julio
Fin del evento 21 de Julio

Al fragor de la hoguera en aquelarre: Contrapedagogías, tejidos, enraizamientos y acuerpamientos emancipatorios del cuidado, desde juntazas del abya yala


Campos problémicos en los que se dará la discusión

Nuestros troncos para engrandecer la hoguera: 

 

Contrapedagogias y ciudadanías aduletradas: invitamos a quienes están sentipensando en los territorios, en torno a los diferentes dispositivos de crueldad operantes en la sociedad que suelen accionarse en la maximización de violencias y opresiones sobre las ciudadanías otras, ciudadanías no ciudadanas, consideraras cómo dañadas, mounstrosas y patologizadas pero que se han constituido como posibilidad para el surgimiento de múltiples formas de agrietar la normalidad ficcionada, para parir contrapedagogías y prácticas de cuidado. Dichas contrapedagogías son actos de derumbamiento de los marcos éticos, políticos y epistemológicos tradicionales que, encarnan y encuerpan los modos y saberes creados por las ciudadanías adulteradas, emocionalizadas, hechas piel de resistencia, para configurar prácticas de cuidado emancipatorias desde las fronteras subalternas y contrahegemonicas de los territorios.

 

Juntanzas, narrativas y escrituras anticoloniales y patriarcales para la expansión y cuidado de la vida.


No se trata de rescatar la historia de las excluidas o las voces bajas de las que habló Guba (1998), porque estaríamos a rmando la lógica salvacionista denunciada por Bidaseca (2010), donde mujeres privilegiadas, hablan y hacen por las sometidas, para empoderarlas, como si antes de su encuentro, esas vidas no existieran, no tuvieran sus propios sentimientos y entendimientos, sus propias visiones del mundo, sus propias palabras. Se trata más bien de activar las variadas formas que tenemos para comprender, relacionarnos y hacernos también a través del lenguaje; y las maneras como muchxs de nosotrxs nos ubicamos en nuestros cuerpos, casas, barrios, ciudades, biográ cas e históricas colectivas, para volverlas, territorios propios de creación desde los que nos reconocernos como seres humanas complejxs, activxs en plena facultad de nombrarnos con nuestros propios sentipensares y palabras, en nuestros propios ritmos y tonos, desde nuestras metáforas y poéticas. Así entonces, convocamos a quienes acuerpan la insurrección narrativa que tiene la facultad de expresar y potenciar acciones individuales y colectivas para subvertir las maneras que la sociedad nos nombra y las trata.

 
Dessoblamientos: Nuestros cuerpos son nuestros altares y, como tales, nuestros laboratorio de técnicas emancipatorias; el reguero construye nuestros hechizos, cultivamos en las formas que disponemos en las danzas, el quiebre de la cadera y el desgonce de las manos los dispositivos para transformar nuestra subjetividad/nostredad, para fracturar la ortopedia del patriarca; en nuestras poéticas se alberga nuestra teoría-carne; en el ruido está nuestras no-metodologías; en la escucha anidan nuestras pedagogías, ruidogogías. Sabemos que nuestra vitalidad, nuestra belleza terrible hecha de estéticas barrocasabsurdas-ancestrales y nuestra voz son el ejercicio legitimo del terrorismo epistémico travesti…de allí aprendemos lo necesario para sobrevivir, re-existir y utopizar. 


A nosotras nos enseñaron una academia medrosa, llena de temor a esa “voz oficial” que nos imposibilitaba el serestar, que nos cortaba las alitas torcidas. Aprendimos que nuestra cuerpa era lugar de guerra, de sometimientos a la dimensión que el patriarca quería. Nos metimos hasta la traquea los manuales, los abc, lo “es así cómo se hace, no se puede hacer de otra manera”; fuimos apaleadas y desalentadas por no sabernos hacer-así con la tradición y el canon. Llamamos en este conjuro a tu propio desdoblamiento. Sacata de ti el eco limitador de la palabra oficial, retira de tu cerebro ahogado entre humedades ese deseo de serle cómodx y útil al sistema de legitimación de la universidad. …descoloniza con tu consciencia montañera, sudaca y volcánica tus practicas profesionales, investigativas……permite que el resonar de estas palabras dichas por travestis atravesadas te trastoquen los huesos y con esa movilidad des-subaleternizada construye una utopia localizable.

 

Preguntas orientadoras al interior de la mesa

* ¿Desde que horizontes, claves, sentidos, prácticas, rituales,  tejidos, juntanzas, se sentipiensan y acuerpan  cuidados y  contrapedagogias en los cuerpos territorio de niñas, mujeres y disidencias sexuales en Abya Yala?

 

* ¿Cuáles disputas, rupturas y desdoblamientos epistémicos, éticos, políticos, afectivos y pedagógicos, frente al sistema macho-facho-capitalista-colonial-especista,  se viven  en las juntanzas, acuerpamientos, enraizamientos y tejidos de  niñas, mujeres y disidencias sexuales en los cuerpos territorio-de Abya yala?

 

* ¿Qué alteraciones y desdoblamientos a los privilegios y pactos de las ciudadanias facho-macho-capitalistas-coloniales y especisitas se están generando a partir de los tejidos, juntanzas, y hogueras de niñas, mujeres y disidencias sexuales en Abya Yala? 

 

* ¿Cuáles contrapedagogias, cuidados, narrativas  y escrituras de vidas otras se están generando a partir de las juntanzas, tejidos, enraizamientos, desdoblamientos y acuerpamientos de niñas, mujeres y disidencias sexuales en Abya Yala?
 

Objetivos

La invitación de nuestra mesa (aquelarre) es centrar la escucha, el ojo, la mirada, el tacto, el sabor y el gusto en las propuestas que descentren el binarismo de la episteme colonial, que aviven la llama con contrapedagógicas autónomas, comunitarias, colectivas, brujanderas, entre otras formas de encuentro que sean desmotadoras de los sistemas hegemónicos que atrapan la vida en esquemas de explotación, despojo, violación y muerte que se hacen parecer como normales. Nos interesa conocer, dialogar y aprender con otrxas que en sus propios cuerpos-territorios están creando sentidos, prácticas, relaciones que dan cuenta de nuevas semánticas, gramaticas, éticas, políticas y pedagogías  de cuidado y vida. 

 

Llamamos desde la hoguera a las voces y cuerpas que ejercen el terrorismo epistémico hacia y con los feminismos que se abran a anidar la posibilidad de redes de cuidados y pedagogias otros, donde se cultiven economías anticapitalistas y desjerarquizadas, allanando la posibilidad de asonadas, desdoblamientos y tejidos activadores de utopías posibles y futuros recuperados.

 

Pertinencia y justificación

Por qué el aquelarre 

En primera instancia declaramos que desde el trabajo que hacemos estas tres organizaciones autónomas, apostamos por participar en este espacio, desde una mesa de carácter colectivo donde se tejen las epistemes, poéticas y pedagogías anti coloniales y anti patriarcales que han hecho una academia violentadora contra mujeres, indígenas, afrodescendientes, disidentes sexuales, niños, jóvenes y todo aquello que no cabe en los márgenes estrechos de la razón masculina.

Ahora bien, estas organizaciones somos tres troncos de árbol viviente. Firmes, espléndidos y abiertos a reconocerse y tejerse para albergar fragilidades y soberanías. Somos hojas tejidas en urdimbres y tramas, para guarnecer lo posible. Las manos hábiles que sitúan todo, les hace común-unidad. La proximidad del fuego. La llama canta a la hoja, la hoja en llamas canta a las ramas. Se convoca la belleza y poder ancestral del fuego vital, renovador, protector. ¡La Fuega!. De las entrañas del árbol encantado por el incendio contenido en sí, nace el aullido, el llamado a convocar. 

Las manos, ahora entrelazadas, rodean la fuega. Con su presencia y voces, se engendra la hoguera.  Hogar que quema y aviva. La hoguera no son los palos, no es el hacer técnico del fuego. La hoguera es el calor, el sentido de nombrarse alrededor de un hecho: el hecho entenderse, con-moverse, afectarse, cuidarse, crearse en complicidades múltiples, las de la noche y ulular de las aves, que también miran y sienten las llamas. 
La hoguera es la voz, son los aprendizajes y saberes del cuerpo, los azares de los pies que descaminan senderos frívolos y violentos. La hoguera es la posibilidad de hablar y al hablar invocar las presencias otras/otres, aquellas silenciadas, omitidas, escupidas, borradas. Invocaciones, ramas, palabras reversadas, cánticos de luna. La hoguera es el aquelarre. Brujas somos y nos sabemos. Brujas que cantan, sienten, aman, odian y enraízan al fragor de esta hoguera sus tantos saberes y desde la hoguera llaman a otras brujas con otros saberes, claman  nuevas formas de (des)aprender, para encarnar y hacer vida el discurso desgastado y adolorido del cuidado y de las pedagogías macho-facho-capitalistas-coloniales y especistas. 

La hoguera es una mesa, donde venimos a sentarnos juntxs, cuerpo con cuerpo. Es una juntanza que clama y sabe que el clamor es compartido, posible; en el presente radical de la vida que merece ser vivida y que no es solo humana: es Hallar la justificación para un encuentro sensible que nace de la hoguera. No significa entonces proponer razones, es decir, tener una razón y anclarla a las lógicas lineales y universales del cogito ergo sum,  para que se nos diga aprobatoriamente: “sí, sí es pertinente”. La pertinencia y la justificación ya son. En sí misma la hoguera explica, para sí, su pertinencia.

Nuestro aquelarre, no se justifica, ES, y se ES.. Es, en tanto se comparte y se vive. Se vive ahora y deseamos que se viva en un futuro posible. Por eso, encendemos la hoguera, llamamos a la fuega protectora y creadora, para acogernos y permitirnos un resonar renovador y conjunto. En ese resonar decimos: nuestra mesa se sitúa en los lugares de las disputas, tensiones, alteraciones.

Esa disputa habla con una lengua bruja, una lengua impura e indomable, capaz de nombrar desafíos; es decir, las confrontaciones, las grietas, los vacíos y los momentos de quiebre. Desafíos que se le presentan a la escuela (escuelas) y a las prácticas de cuidado. La disputa nuestra, entonces, se emplaza en un lugar, se sabe tierra abonada. Con eso, tensionamos el espacio y no solo enunciamos los desafíos; nosotrxs mismxs somos el desafío, desafiamos: a la universidad, el sistema de producción y reproducción capitalista, el sistema moderno colonial del sexo y género (Lugones, 2008) y las pedagogías de la crueldad (Segato, 2021). 

Allí, el sentido de emplazar esta leña, de encender esa entraña, de invocar a esas presencias, pues no queremos que el desafiar sea un acto solitario, queremos tejernos en juntanza (Patiño, 2021), al rededor de su humo que limpia como ruda. 

El aquelarre no la usamos como metáfora para nombrar un ejercicio académico. Aquí el aquelarre es un hecho epistémico y poético de la posicionalidad bruja (Lara, 2006). En este lugar, encarnado y acuerpado, habitamos la importancia de tejer sentires-saberes fuera de las paredes de las escuelas más allá de los modelos capitalistas y burgueses de cuidado sustentados en la idea de la familia y de bienestar. En esa crítica al modelo colonial, patriarcal y capitalista, arraigado en las escuelas y los sistemas de cuidado, ponemos patas de la mesa, nuestra mesa-hoguera que alumbra otras enunciaciones, epistemologías y ontologías.  

En nuestra hoguera nos alimentamos, nos cuidamos, nos ponemos en disposición a la escucha: oímos en el crepitar de las ramas secas quemadas, las voces de nuestra ancestralidad del Abya Ayala y detonamos saberes/haceres/sentires que hacen trama y urdimbre con las  contrapedagogías y enraizamos otras formas del cuidado, laboratiando en experiencia corporeizada emancipaciones y puentes-otras (Moraga & Castillo, 1988).

 
Referencias:  

Lara, I. (2016). Posicionalidades brujas: hacia un activismo de espiritualidad chicana/latina. Polisemia: revista del Centro de Pensamiento Humano y Social, (22), 33-53.
 
Lugones, M. (2014). Colonialidad y género. Tejiendo de otro modo: feminismo, epistemología y apuestas descoloniales en Abya Yala, 57-74.
 
Moraga, C y Castillo, A. (1981/1988). El mundo zurdo. En Ana Castillo y Cherry Moraga (Eds.), Esta puente mi espalda. Voces de mujeres tercermundistas en los 
Estados Unidos (pp. 151-153). San Francisco: Ism Press
 
J. Patiño. (2021). Juntanzas, corazonares y narrativas antipatriarcales en Manizales. Red de Escritoras de Caldas.
 
Segato, R. (2021). Crueldad: pedagogías y contra-pedagogías. Lobo suelto, 4.