Fechas importantes
Resumen de ponencias hasta:
27 de marzo
Inicio del evento 17 de Julio
Fin del evento 21 de Julio

Ordenamientos Generacionales, Educación, Transición y Conflictividad: Por una Analítica de las Prácticas de Diferenciación de la Infancia


Campos problémicos en los que se dará la discusión

Dentro de los campos problemático en los que se dará la discusión están la familia y la educación, sobre todo, escolarizada. El sistema educativo con sus instituciones escolares —incluidos jardines infantiles— en su estructura básica de funcionamiento busca producir homogeneidad. No solo se “homogeniza el comienzo” (Luhmann) para todos —año lectivo—, sino se agrupa a niños y niñas como escolares según su edad y grado y se los diferencia nuevamente, según su rendimiento escolar. Sin lugar a duda, el rendimiento escolar representa el criterio de ordenamiento principal de la escuela; no obstante, también se vuelven relevantes otras diferencias que hay que investigar: género, procedencia, etnia, personalidad y otras más específicas ligadas a los procesos de reconcomiendo (Honneth, Bultler).

 

Preguntas orientadoras al interior de la mesa

Las preguntas acerca de:


* a) cómo la infancia ha cambiado en el marco de unas sociedades y un mundo que se transforman rápidamente, 
* b) cómo se construye socialmente la infancia, 
* c) qué hace de la infancia una infancia en su sociabilidad, culturalidad e historicidad, 
* d) qué realidades empíricas se ven en la construcción social de la infancia, 
* e) cómo actúan los niños y niñas, y 
* f) cómo estos últimos toman parte en la construcción del sentido de su propia infancia, son preguntas y asuntos centrales de orientan el trabajo de esta mesa. A ello se le suman preguntas más específicas dentro de la línea de indagación:


* ¿Cómo se producen, (des)estabilizan y mantienen esos ordenamientos generacionales en diferentes ámbitos sociales (p.e., familia, entre pares, escuela)?


* ¿Qué papel juegan los marcos interpretativos orientadores —normativas y expectativas— y los elementos relacionales en la producción de diferencias con respecto a la infancia?


* ¿Qué papel juegan los actantes no humanos, los espacios y las materialidades en los procesos de diferenciación infantil?


* ¿Qué papel juegan niños y niñas como sujetos-sujetados —agentes— dentro de esas prácticas de producción de diferenciación infantil?


* ¿Qué tipos de interacciones sociales se llevan a cabo en el espacio educativo por parte de niños y niñas y adultos?


* ¿Qué características tienen las interacciones sociales que se llevan a cabo en el espacio educativo en el que participan niños y adultos?, 


* ¿Cuáles son y cómo se caracterizan los cursos de acción “normales”, “perturbados”, “discontinuos”, las interacciones y comportamientos ritualizados, los escenarios en los que participan niños y niñas?, 


* ¿Cómo deviene el espacio educativo en espacio social a partir de la interacción de los niños y niñas?, ¿cómo es construido y apropiado?,


* ¿Cómo, a partir de dichas interacciones y sus encuadramientos, se produce el orden socioespacial en el contexto escolar y se mantienen los ordenamientos generacionales?

 

Objetivos

* Analizar los ordenamientos generacionales y las prácticas de diferenciación infantil en diferentes contextos sociales (familia, escuela, cultura de pares).


* Analizar las relaciones de poder y conflictos dados dentro de ciertos ordenamientos generacionales (escuela, familia, otros).


* Analizar las normativas y expectativas —de la escuela, la familia, otras— y su papel en la normalización, etiquetamiento y estigmatización de niños y niñas.
 

Pertinencia y justificación

Hasta mediados de los años 80, la mayoría de los estudiosos dentro de las ciencias sociales y humanas no había cuestionado una concepción de infancia como una fase de socialización y adaptación social en la que los niños y niñas se veían como personas todavía no civilizadas que debían encajar, en un futuro, en el mundo de los adultos (integración social dentro de unas dinámicas sociales separatistas). Por su parte, el estudio de los niños y niñas como individuos se había delegado esencialmente a los psicólogos, pues los sociólogos se preocuparon más por investigar a los niños como integrantes del sistema familiar y educativo (Prout & James, 1997), mientras que los psicólogos estaban más encargados de pensar en la maduración y el desarrollo infantil. 

En ambos casos, poco o nada se hablaba de la infancia como una construcción social, cultural, histórica y discursiva, hasta que comenzó el proceso de consolidación de los “Nuevos Estudios Sociales sobre la Infancia”, también nombrados como “Childhood Studies”. 

Los nuevos estudios sociales sobre la infancia destacan la relevancia de aspectos como: el tiempo, los espacios, las leyes y normatividades de la sociedad, las políticas de estado, las materialidades, y los aspectos sociales y culturales que contribuyen y modifican las configuraciones de las infancias pluralizadas, alejándolas de un único encasillamiento y, enfatizando así, en que la infancia dista de ser única y universal (Woodhead, 2008). Consecuentemente, partiendo también del hecho que la infancia puede ser entendida desde varias perspectivas según los contextos cambiantes de los niños —Qvortrup, Mayall, y James— sociólogos pioneros de los enfoques estructuralista, relacional, y constructivista, respectivamente, apuestan por una elaboración investigativa con orientaciones concretas y específicas para ampliar y enriquecer teóricamente el sentido de la infancia—. 

Por tanto, el enfoque sobre la infancia como construcción social se centra las maneras en que las ideas, imágenes o concepciones de la infancia han cambiado a lo largo del tiempo y dentro de diferentes contextos socioculturales y cómo influyen en los modos de hacer diario —institucionalizados y cotidianos—.

Esta mesa se propone mantener esa línea de trabajo y de allí su pertinencia. Nos adscribimos a una orientación específica en este campo inter y transdisciplinar de los Nuevos Estudios Sociales sobre la Infancia que se focaliza en los ordenamientos generacionales y en las prácticas de producción de diferencias (diferencias entre niños y niñas, niño/as y adolescentes, niños y adultos, niños transgresores y niños disciplinados, etc.) en diferentes ámbitos, como para nuestro caso, la familia, la escuela, el jardín, los grupos de pares, entro otros similares. 

Nuestro punto de partida y justificación para el trabajo en la mesa es que antes de reconocer y reivindicar la diversidad —infantil— y, en particular, darla por presupuestada, lo que hay que hacer —investigar— es preguntarse por cómo se produce, desde qué marcos normativos orientadores y de sentido, en qué contextos conflictivos, relacionales y de poder y qué papel juegan en ello los agentes (niños, niñas, adultos), las materialidades y los actantes no humanos involucrados. Dicho con otras palabras: la infancia no es, sino que se produce —se homogeniza o diversifica— en el marco de unos ordenamientos generacionales con sus prácticas —cotidianas e institucionales— de diferenciación dentro de diferentes contextos sociales. 

Desde una perspectiva simple se puede decir que los FENÓMENOS CULTURALES, como la infancia, consisten en DIFERENCIACIONES (Distinciones) cargadas de sentido que son contingentes y que están marcadas por cuestiones y contextos geográficos e históricos específicos (Hirschauer, 2014), también ligados a cuestiones de poder. Así, en el mundo cotidiano los efectos de tales diferenciaciones cargadas de sentido son percibidas (vivenciadas) como “propiedades” individuales —de los objetos, sujetos, grupos— que en su conjunto llevan también a una mirada de “ciertos grupos” o colectivos de personas. Los individuos se vuelven una suerte de ejemplares de ciertas imágenes de colectivos (niño indígena, pobre, transgresor, vulnerable, de la periferia, etc.). La percepción de las propiedades individuales resulta ser inmanente a las diferenciaciones sociales entre entidades grupales (grupo, colectivos, etc.). Nos las vemos entonces con la enorme heterogeneidad de las variantes de diferenciación humana y las intensidades que marcan las diferentes de pertenencias y que permiten ciertos ordenamientos generacionales.  

Las diferencias establecidas sobre la base de distinciones no se pueden comprender de manera igualitaria, sino que ellas muestran líneas de diferenciación siempre en la forma de dualismos y binarimos jerárquicos. Estas forman el fundamento de la organización de las sociedades modernas y pueden cambiar bajo ciertas circunstancias. Siguen la lógica de dualismos básicos y parecen, en esa medida, complementarios, pero funcionan de manera jerárquica. También tienen que ver con prácticas y rituales para la elaboración de las diferencias que habría que estudiar. Por lo que hay que analizar: ¿Qué diferencias son importantes, ¿cómo, de qué manera se hacen importantes, en qué contextos se hacen importantes y para quién son importantes?, tal y como se propone en esta mesa.